Si bien aparecen dos resúmenes cronológicos de avistamientos OVNI en la presente Web, puedes acceder a ellos en la pestaña superior, una a nivel mundial y otra sobre acontecimientos sucedidos sobre territorio español, además de una recopilación de expedientes desclasificados, en www.cienciasocultas.org hemos elegido seis de estos casos, considerados de los más importantes y documentados, para ampliar su información. En nuestro Canal de Youtube hemos subido varios videos tanto del Caso Manises como de la Oleada Belga.
El criterio para elegirlos, vienen dados por haber
sido casos estudiados por diferentes Organismos Oficiales, proceder de testigos
de alta experiencia o que denunciaron a las Autoridades lo ocurrido y por lo
importante de los acontecimientos que rodearon el avistamiento en cuestión como
podría ser peligro de colisión con aviones de pasajeros, aterrizaje del OVNI,
utilización de armas para abatirlos, etc.
La elección ha sido la siguiente:
– Caso Manises
– Caso del Comandante don Juan Ignacio Lorenzo Torres
– Caso Teherán
– Caso Bariloche
– Caso Trans-En-Provence
– Oleada Belga
Se trata de cinco avistamientos OVNI muy conocidos,
cuya rotundidad puede considerarse como fuera de toda duda. Da igual que
existan voces discrepantes o escépticas sobre lo sucedido, pero lo terminante
de lo sucedido muestra la existencia de unos sucesos, que pueden considerarse
como determinantes para la seguridad de vuelos aeronáuticos, actitudes hostiles
frente vuelos militares, la flagrante violación de espacios aéreos, o la
interacción con el medio terrestre de uno de estos Objetos Voladores No Identificados.
Esto no puede negarse.
LA OLEADA BELGA
Las oleadas de OVNIs avistados en las décadas de los
ochenta y noventa, sobre los cielos de diferentes países europeos, España
incluida, fueron tan relevantes y escandalosas que tuvieron un eco muy
importante en diferentes medios de comunicación.
Los avistamientos más significativos acontecieron
sobre los cielos de Bélgica, siendo tan extraordinarios que incluso el Jefe de
operaciones del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga, don Charles De Brower,
reunió, el 18 de diciembre de 1989, a los medios de comunicación para poder
exponerles lo que estaba sucediendo.
La oleada belga comenzó a fines de noviembre de 1989,
cuando fue avistado un enorme OVNI triangular por parte de dos gendarmes
belgas. Los testigos declararon que el objeto, de tamaño parecido a un avión,
se desplazaba silenciosamente a poca altura y velocidad, poseía una luz roja en
su centro y otras tres blancas una en cada vértice. Pudo observarse por 45
minutos, para posteriormente elevarse y desaparecer.
Posteriormente se registraron diferentes avistamientos
análogos.
Salvo excepciones, la mayoría de estos avistamientos
se producían dentro de una franja horaria que iba de 17:30 a 20:00 horas, y si
bien el vuelo de estos OVNIs era lento y totalmente silencioso, no eran
extraños los acelerones bruscos.
Las evidencias fotográficas y filmaciones en soporte
video fueron abundantes.
Poco antes de comenzar la llamada Guerra del Golfo,
dejaron de observarse esos avistamientos.
El físico de la Universidad Católica de Lovanina, don
Auguste Meessen, especuló con que esos OVNIs fuesen observados mediante cámaras
que trabajaran en longitudes de onda correspondientes al infrarrojo y
ultravioleta, algo que por medio de la Sociedad Belga para el Estudio de
Fenómenos Espaciales y de la Fuerza Aérea belga, pudo lograrse.
El coronel De Brower denegó la posibilidad de que
fuesen aeronaves de las Fuerzas Aéreas Estadounidenses.
Entre el 30 y 31 de marzo de 1990, el radar del
sistema de defensa aérea de Gons, Bélgica, detecta un eco no identificado que
volaba a una velocidad estimada entre 30 y 40 km/h.
El coronel De Brower declaró que se ordenó una
interceptación por parte de dos cazas F-16, cuyos radares confirmaron lo mismo
que registrado en tierra, sin embargo tras desplazarse a esa inusual baja
velocidad, aumentó vertiginosamente tomando dirección tierra. Toda la
observación duró finalmente veinte segundos.
Los análisis demostraron que el OVNI observado por el
sistema de defensa aérea de Gons, efectuó maniobras de hasta 40 g, voló a más
velocidad que el sonido y “alumbró”71 a los dos F-16.
En mayo de 1997, hubo comparecencia parlamentaria del
Ministro de Defensa belga, don Jean Pol Poncelet, informando que el eco se debió
a una inversión térmica y que no se proseguía una investigación oficial
relacionada con los OVNIs.
Otras fuentes opinaron que estos OVNIs eran naves de
origen extraterrestre.
Sus planteamientos se basan en lo siguientes:
– Los F-117 no poseen autorización para volar si no es
con reflectores de radar
– Los motores de los F-117 generan mucho ruido
– EE.UU. confirmó que sus aviones nunca sobrevolaron
cielos belgas
– Las aeronaves teleguiadas del tipo RPV son demasiado
ruidosas
– Los ultraligeros no poseen autorización para
efectuar vuelos nocturnos, son ruidosos y no poseen las luces descritas en los
avistamientos
– Los LoFLYTE volaron a partir del año 1997
Sin embargo viendo el vasto arsenal aeronáutico
estadounidense, no sería extraño que nos encontráramos ante diferentes vuelos
furtivos efectuados por la USAF. ¿Con qué fin? Simplemente para comprobar si
sus sistemas de evasión e invisibilidad eran del todo efectivos.
¿Por qué sobre suelo belga? Por ser éste un país de la
OTAN. Esto trae dos ventajas la primera que si son descubiertos, o se produce
un accidente, el revuelo político no sería tan grave como si esas pruebas se
efectuaran sobre países como Rusia o China, naciones que no son aliadas de los
EE.UU., además los países que pertenecen a la OTAN, España incluida, han
seguido y siguen las acatando las directrices que se dictan desde el Estado
Mayor estadounidense, prueba de ello por ejemplo, fue el despliegue de misiles
de crucero en Gran Bretaña y Alemania a principios de la década de los ochenta
y segundo se presupone que los mejores sistemas de defensa aérea se encuentran
bajo la esfera de la OTAN, por tanto si los aviones furtivos estadounidenses
son capaces de burlar esos dispositivos72, tanto más lo harán sobre los adyacentes
en otros países.
CASO TRANS -EN –PROVENCE, FRANCIA
Este caso, investigado por la Gendarmería y el grupo
SEPRA del CNES francés, acaeció a las cinco de la tarde del 8 de enero de 1981,
cuando un testigo vio descender y aterrizar, un OVNI ovoide, metálico, que no
emitía ruido alguno, y que tras permanecer un minuto aproximadamente, despegará
de nuevo hacia el cielo.
Al testigo, don Renato Nicolai, le pareció que el OVNI
efectuó un aterrizaje un tanto brusco.
Las investigaciones por parte de los Organismos
Oficiales franceses, revelaron la presencia de una huella con forma circular
que deformó el suelo, denotando que el objeto que la produjo era muy pesado. La
vegetación adyacente se encontraba mustia y deshidratada, la alfalfa,
concretamente, mantenía sus concentraciones químicas pero con proporciones
invertidas. Los efectos sobre la vegetación un tuvieron una explicación clara
ni definitiva,
CASO BARILOCHE, ARGENTINA
Mientras se aproxima un Boeing 727, con el número de
vuelo AR 674, a la ciudad de Bariloche, ésta sufre un apagón en el fluido
eléctrico.
La tripulación del vuelo comercial, decide esperar en
el aire instrucciones para poder aterrizar, mientras éste observa un punto de
luz inusual en el cielo, y cercano a la localidad. Un segundo avión comercial
es puesto en espera.
Tras unos minutos, el vuelo AR 674 recibe
instrucciones para aterrizar. Al ejecutar un viraje para aproximarse a la
pista, observan cómo un objeto de gran tamaño, y con tres luces rojas se
predispone sobre el eje de la pista y a estribor del avión.
Es en ese instante cuando todas las luces del
aeropuerto, incluyendo las balizas de pista y aproximación, se quedan apagadas.
Ante la situación el comandante del avión decide
abortar el aterrizaje y vira para reintentarlo, momento en que el OVNI pasa por
su cola y desaparece.
El suceso fue avistado por los tripulantes de las dos
aeronaves comerciales, por controladores de tierra, y por la población de San
Carlos de Bariloche.
CASO TEHERÁN, IRÁN
A las once horas (nocturnas) del 18 al 19 de
septiembre de 1976, cientos de personas observan un punto luminoso e inmóvil
sobre la capital iraní.
Desde la torre de control se observa con unos
binoculares al OVNI, apreciándose un rectángulo o cilindro con una luz roja en
su centro y luces celestes parpadeantes en sus extremos.
Es avisado desde este control aéreo a las Fuerzas
Aéreas. El general Youssefi ordena un scramble a un caza Phantom F-4.
A 45 kilómetros del OVNI, el avión de combate pierde
toda capacidad operativa sobre sus sistemas electrónicos y de radio, los cuales
se reinician cuando el F-4 desiste de alcanzar al no identificado objeto.
Un segundo caza repite la operación, pudiendo estimar
(por medio del radar de abordo) el tamaño del OVNI en 60 metros. Cuando llega a
los 45 kilómetros del OVNI éste comienza a moverse de tal forma que siempre
dista esa distancia entre uno y otro aparato aeronáutico. La tripulación
militar observa que la coloración del OVNI pasa del azul al verde, y del rojo
al naranja.
En determinado momento, un pequeño objeto se dirige a
gran velocidad desde el OVNI al avión de combate iraní. Su tripulación creyendo
que está siendo atacado, intenta disparar un misil aire- aire70, pero tanto los
sistemas de combate como los de comunicación cesan en ese instante de ser operativos.
Ante lo inminente de la agresión, el piloto del caza
ejecuta un viraje, a lo cual sigue el pequeño objeto salido del OVNI, hasta que
lo rebasa y deja atrás al avión iraní.
Poco después un segundo objeto luminoso es eyectado
desde el OVNI hacia el suelo, en lo que aparenta ser una aterrizaje.
Un avión comercial sufrió iguales perturbaciones
electrónicas (a excepción claro está, de los sistemas de combate).
CASO COMANDANTE DON JUAN IGNACIO LORENZO TORRES,
ESPAÑA
Comandante de vuelo señor don Juan Ignacio Lorenzo
Torres, con 30.000 horas de vuelo (21.000 horas cuando aconteció el
avistamiento), requerido como piloto en diferentes vuelos oficiales, era el
jefe del Caravelle de la compañía española Iberia que el 4 de noviembre de 1968
efectuaba una ruta entre Londres y Alicante.
A la altura de Barcelona, recibe orden por parte de la
torre de control de la ciudad catalana, de bajar súbitamente de nivel, pasando
de 9.500 metros a 8.500.
El comandante Lorenzo Torres, advierte a su copiloto,
el señor don Juan Celdrán García, que otee el horizonte en busca de algún
tráfico68, algo que sucede instantes después: es observada una luz intensa que
se acercaba hacia el Caravelle.
Del centro de la luz avistada, surge otra luz, esta
vez pulsante, con una cromatografía variable entre azul, blanco y gris, junto a
otras dos más pequeñas a ambos lados, dando la apariencia de conformar un solo
objeto.
El OVNI se situó a diez metros de la proa del avión,
una distancia totalmente inaceptable para las normas de seguridad de vuelos
aeronáuticos.
El mecánico de vuelo, el señor Cuenca Paneque y una
azafata también presenciaron el avistamiento.
El objeto central, fue descrito por el comandante don
Lorenzo Torres como un ojo vivo recorrido de venas pulsantes.
El OVNI retrocedió, se acercó y se detuvo, momento en
el que comenzó a efectuar todo tipo de maniobras aéreas a gran velocidad en
torno al avión. Estas maniobras fueron descritas como imposibles de efectuar
por aeronave alguna conocida.
El comandante del Caravelle alertó a la torre de
control del OVNI, que detecta tres ecos no identificados frente al avión,
momento en que enciende todas las luces del avión.
En ese punto, la tripulación puede comprobar que
cuando encienden las luces, el OVNI aumenta de luminosidad, y cuando las
apagan, la luminosidad del OVNI se Atenuaba. Este suceso de encendido y apagado
se desarrolló en más de veinte ocasiones.
Finalmente el OVNI giró hacia babor dirección a las
Islas Baleares.
Este avistamiento posee además lo que ciertos
investigadores denuncian una y otra vez: la manipulación de los hechos por
parte de las Autoridades.
Tal y como recogen unas declaraciones de este
comandante de vuelo retirado, a una publicación periodística69, el expediente
desclasificado por el Ejército del Aire español, muestra una mutilación en
diferentes hechos acaecidos. De este modo, se han suprimido las conversaciones
relacionadas con el avistamiento OVNI entre el piloto y la torre de control,
así como la confirmación por parte del RADAR de la presencia del mencionado
OVNI.
CASO MANISES, ESPAÑA
11 de noviembre de 1979. Un avión comercial
Supercaravelle, con 109 pasajeros a bordo, que efectuaba el vuelo JK-297
Salzburgo-Tenerife, despega del aeropuerto de Mallorca tras una escala técnica.
A las 23:10 horas, la tripulación de cabina, don
Francisco Javier Lerdo de Tejada, don Ramón Zuazu y don Francisco Javier
Rodríguez comprueban la recepción de una comunicación por el canal de socorro
de 121.5 MHz, pero con la peculiaridad de que quien lo emite, no parece conocer
el código Morse. En previsión de que un buque o aeronave se encuentre en
apuros, deciden apagar la luz de cabina para vislumbrar mejor el exterior. Esa
actitud les permitió observar dos luces rojas dirección noroeste Valencia, y
que aparentemente se dirige hacia el aparato.
El Comandante, para prevenir esa ruta de colisión,
decide ascender de los 7.000 a los 8.500 metros, actitud que no le vale para
nada pues el OVNI se sitúa a la misma altura que el Supercaravelle.
El OVNI, acomete en ese instante, un acercamiento a
700 metros del avión comandado por el señor Lerdo de Tejada, distancia
directamente considerada como de colisión. Este riesgo induce a abortar el plan
de vuelo, y a efectuar un aterrizaje no previsto en el aeropuerto de Manises,
Valencia.
El control de éste aeropuerto, pregunta al comandante
del vuelo JK-297 si desea que notifiquen a Pegaso, el centro de control del
espacio aéreo español ubicado en Madrid, para que ordene el despegue de un interceptor
del Ejército del Aire, a lo que el señor Lerdo de Tejada responde
afirmativamente.
El avión logra aterrizar sin problemas en Manises,
observándose cómo el OVNIse queda a 30 millas de allí, algo comprobado
visualmente por el director del aeródromo, don Miguel Morlán.
El Escuadrón de Vigilancia Aérea número 5 (Kansas),
ubicado en lo alto de la sierra de Aitana, Alicante, detectó ecos no
identificados.65
El Mirage F-1, tripulado por el capitán don Fernando
Cámara, visualiza el OVNI, pero no logra acercarse a él, ni aún volando a Mach
1,4. su cámara de infrarrojos tampoco detecta emisión calórica procedente del
OVNI. El piloto del caza militar aseveró haber escuchado “voces como de niños”
en sus comunicaciones con Pegaso.
Tras el suceso, el diputado español don Enrique Múgica
Herzog emitió al Gobierno español, las siguientes preguntas formuladas en el
Congreso de los Diputados:
1- ¿ Qué clase de aparato provocó el desvío del
Supercaravelle de la compañía TAE en la noche del 11 de noviembre de 1979 ?.
2- ¿ Por qué tres tráficos de origen desconocido
permanecieron durante más de cuatro horas sobre el espacio aéreo español ?.
3- ¿ Qué clase de aparatos obligaron al despegue en
alerta de un Mirage F-1 de la base de Los Llanos (Albacete)
El Gobierno no contestó, pero posteriormente la
División de Operaciones, Sección Espacio Aéreo emitió el siguiente comunicado:
“Las causas que obligaron a desviar la noche del 11 de
Noviembre de 1979 al avión Caravelle de la TAE no se debieron a ningún tipo de
avión, ignorándose la naturaleza del objeto en cuestión, que bien pudo ser una
ilusión óptica. Por otro lado es un hecho cierto que no se tuvo contacto radar
con él, ni desde tierra ni desde el aire en ningún momento, lo que indica la
inexistencia de un objeto sólido en la zona durante el periodo de tiempo
estudiado.
No hubo tres tráficos durante cuatro horas en el cielo
español, sino la apreciación de unas luces de dudosa identificación que, en
ningún momento se demostró que fuesen objetos consistentes, garantizándose que
no era ningún tipo de avión, por lo que no puede calificarse de “tráficos”.
No existió ningún aparato que obligase a un despegue
de un F-1 desde Albacete, sino que fue la comunicación telefónica hecha desde
Valencia sobre la observación de unas luces en la zona, lo que indujo al Jefe
de Servicio del MACOM a ordenar la salida del F-1 (Mirage) al objeto de comprobar
si dichas luces correspondían a algún avión u objeto volante que, por otro
lado, no había sido detectado por el radar de tierra”66
Se anexa al presente texto relacionado con el llamado
Caso Manises, que en la fecha del suceso se encontraban diferentes buques de la
Marina Estadounidense, correspondientes a la Sexta Flota, efectuando maniobras
militares. No sería extraño que diferentes facetas ocurridas en este
acontecimiento, como la extraña señal de socorro o las “voces de niños”,
podrían responder a maniobras de guerra electrónica efectuadas por los buques
de guerra.
Esperamos que hayas disfrutado con este artículo y si
te ha gustado puedes compartir. Recordamos a todos los lectores que en los
expedientes desclasificados de esta web tienes los documentos de los diferentes
Gobiernos. Un Saludo y buen día.
Fuerteventura,
31 de Julio de 2015
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