En está ocasión quiero contaros la historia de La Befana, el único personaje femenino que reparte regalos en Navidad.
En anteriores entradas de
cienciasocutas hablamos de los Reyes
Magos, esos entrañables personajes que cada cinco de Enero visitan nuestras
casas. En la mayoría de las
historias y tradiciones de todo el mundo son personajes masculinos los
encargados de repartir regalos durante estas fechas. La única excepción está en
Italia donde esa labor la lleva a cabo una figura imprescindible y muy querida:
la Befana, una bruja buena que según la historia ayudó a sus Majestades de
Oriente cuando se perdieron en busca de la estrella de Belén. La Befana no solo
les indicó el camino correcto, además les atendió con mucho cariño
ofreciéndoles cobijo para poder descansar. Y tan amable fue que Sus Majestades
la invitaron a sumarse a la comitiva y poder darle algún presente al recién
nacido. La viejecita no quiso salir de su casa y declinó amablemente la
invitación. Pero a los pocos días se arrepintió, preparó un cesto con dulces y
juguetes e intentó encontrarlos, sin éxito. Igualmente ella repartió los dulces
y los juguetes a todos los infantes que se encontraba en su camino para hacerse
perdonar.
Su origen podría
vincularse con tradiciones agrarias paganas relacionadas con el comienzo del
año. Y su fiesta podría derivar de antiguos ritos folclóricos precristianos
adaptados por la tradición cristiana para incluir esta historia, aunque fuese
de forma colateral como parte de las celebraciones navideñas. Por eso, y en
recuerdo de la leyenda, los niños y niñas italianas dejan sus calcetines en las
ventanas para que la noche del 5 de enero, la víspera de la Epifanía, el
espíritu de la Befana montado en su escoba pase y les deje dentro juguetes y
dulces.
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Gracias y Felices Fiestas
Fuerteventura,
26 de Diciembre de 2019
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