Fotografia Manuel Rodriguez |
Las Islas Canarias son siete... y sin embargo, se busca una octava isla. Se trata de la isla fantasma, la isla misteriosa, la isla de San Borondón. San Borondón es la forma canaria de Saint Brendan o Saint Brandan de Clonfert (480-576 d.C.), monje irlandés, protagonista de uno de las leyendas más famosas de la cultura celta: el viaje de San Brendano o Brandano a la Tierra Prometida de los Bienaventurados, las islas de la Felicidad y la Fortuna.
Según el poema irlandés,
Brendan era un monje de Tralee, en el condado irlandés de Kerry. Ordenado
sacerdote en el año 512 d.C., partió junto con otros 14 monjes en una frágil
embarcación que se internó en el Atlántico. La leyenda recoge el relato de sus
aventuras, cómo recogieron otros 3 monjes más a lo largo de su viaje, sus
encuentros con demonios que vomitaban fuego, con columnas de cristal flotante,
con monstruosas criaturas tan grandes como islas.
Brendan y sus compañeros
llegaron a una isla, en la que desembarcaron. Estaba llena de árboles y otros
tipos de vegetación. Celebraron misa, y de pronto la isla comenzó a moverse. Se
trataba de una gigantesca criatura marina, sobre cuyo lomo se encontraban los
monjes.
Después de muchas
peripecias, Brendan consiguió regresar a Irlanda.
Muchos se basan en esta
leyenda para afirmar que marinos irlandeses debieron alcanzar, posiblemente,
las costas de Norteamérica o de Terranova, así como de Islandia y otras islas
del Atlántico Norte, en la Alta Edad Media.
Lo cierto es que desde el
siglo XV, a lo largo del cual las Islas Canarias son conquistadas, comienzan a
oírse los relatos de una octava isla, que a veces se divisaba al oeste de La
Palma, El Hierro y La Gomera. Cuando los navegantes intentaban aproximarse a
ella, y se encontraban a la vista de sus costas, montañas y valles, la isla era
envuelta por la bruma y desaparecía completamente. Evidentemente, la isla fue
rápidamente identificada con la mítica isla-ballena de San Brendan, cuyo nombre
se convirtió, en Canarias, en "San Borondón".
Se creyó a pies juntillas
en su existencia, y no faltaron relatos detallados de algún que otro navegante
que juraba haber desembarcado en la isla y haberla explorado antes de que
volviera a hundirse en el Océano. En algún tratado internacional firmado por el
Reino de Castilla, haciendo referencia a Canarias, se hablaba de la soberanía
castellana sobre "las islas de Canaria descubiertas y por descubrir";
como quien dice, por si acaso... La isla fue llamada "Aprositus",
Inaccesible, y en otras versiones de la leyenda recibe el nombre de
"Antilia" o "Isla de las Siete Ciudades", ciudades que se
suponían fundadas por siete legendarios obispos
En los archivos del siglo
XVIII aparecen investigaciones oficiales realizadas por las autoridades de la
Isla del Hierro, en la que declaran decenas de testigos que afirman haber visto
la isla encantada desde las cumbres herreñas. A raíz de ello partió de Santa
Cruz de Tenerife una expedición en busca de la isla.
Resulta asombrosa la
tenacidad con la que la leyenda ha seguido viva en el folklore popular canario.
San Borondón sigue siendo una presencia constante en la imaginación popular de
las islas, y seguramente no hay isleño de Tenerife, La Palma, La Gomera o El
Hierro que no haya oteado alguna vez desde las cumbres de su propia isla,
buscando la isla perdida de San Borondón en el horizonte del oeste donde el sol
se hunde en el azul cobalto del Atlántico.
La tradición más
generalizada hasta hoy para quien quiera ver a San Borondón está en la creencia
de que al amanecer de entre los días 21 y 24 nuestra estimada isla se hace
visible por unos instantes.
La siguiente información
sale de:
Posición
y configuración
Leonardo Torriani,
ingeniero encargado por Felipe II para fortificar las Islas Canarias a finales
del siglo XVI, describe sus dimensiones y localización y aporta como prueba de
su existencia las arribadas fortuitas de algunos marinos a lo largo de ese
siglo.
Esta isla se
localizaría al oeste del Archipiélago, a
550 km en dirección oeste-noroeste de El Hierro y a 220 km en dirección
oeste-sudoeste de La Palma, aunque según otros «testigos» que dicen haberla
visto, se sitúa directamente entre las islas de La Palma, La Gomera y El
Hierro.
San Borondón mediría 480
km de largo (de norte a sur) y 155 km de ancho (de este a oeste), formando
hacia el medio una considerable degollada o concavidad y elevándose por los
lados en dos montañas muy eminentes, siendo la mayor de las cuales la de la
parte septentrional.
Cartografía
en la que aparece representada
Abundan las
representaciones cartográficas en las que, a través del discurrir de los
siglos, aparece San Borondón. Sin ser exhaustivos, pueden citarse:4
· Planisferio de Hereford, de Richard
de Haldinghan (finales del siglo XIII)
· Planisferio alemán de
Ebstorf , con la inscripción "Isla Perdida. San Brandán la descubrió pero
nadie la ha encontrado desde entonces" (finales del siglo XIII)
· Carta de Pinciano (1367)
· Mapa anconitano de Weimar
(1424)
· Mapa genovés de Beccari
(1435)
· Mapamundi de Fra Mauro
(1457)
· Mapa de la Isla de San
Borondón de Leonardo Torriani (1590)
· Mapa francés anónimo (1704)
· Mapa del noroeste de África
de Guillermo Delisle (1707)
· Perspectiva de Juan Smalley
(1730)
· Perspectiva de Próspero
Cazorla (siglo XVIII)
· Carta geográfica de Gautier
(1755)
Fernando González Silva
Fuerteventura,
25 de Marzo de 2013