Por increíble que parezca, si bien se sabe bastante sobre lo que ocurre biológica y neurológicamente mientras dormimos, la verdadera naturaleza de esta interrogante es aún un misterio; no se sabe con exactitud por que dormimos y soñamos. Veamos lo que si se sabe sobre esto. Se especula que necesitamos dormir para digerir y categorizar las actividades realizadas durante el día; durante la noche descansamos nuestra mente y reparamos el cuerpo, a través de este descanso prolongado.
En experimentos
controlados, se ha visto que, si se impide a un grupo de personas dormir, los
síntomas que se presentan van desde una disminución en los niveles de alerta,
hasta una total confusión mental si la derivación de sueño se sostiene en el
tiempo.
Ahora aprendamos algo
sobre las etapas del sueño, que como veremos es un conocimiento que nos ayudará
en nuestro camino a la lucidez.
Las
etapas del sueño
Es posible medir la
actividad del cerebro midiendo su actividad eléctrica, usando electrodos en
contacto con el cuero cabelludo. De esta manera se habla de ondas cerebrales,
que han mostrado tener una clara correlación con el estado de conciencia de una
persona, y esta medición de la actividad cerebral además de ser útil para
detectar patologías y desórdenes neurológicos, ha servido para estudiar el
sueño y sus ciclos.
Las ondas cerebrales
medidas de esta manera, desde las de mayor a menor frecuencia se caracterizan
como alfa, beta, theta y delta. En realidad, siempre producimos ondas en todas
las frecuencias, pero dependiendo de nuestro estado de conciencia, es
predominante una determinada frecuencia.
Al estar despiertos,
nuestra actividad cerebral se caracteriza por las ondas “beta”. Al acostarnos
para dormir, lo primero que ocurre al cerrar los ojos y relajarnos es un
aumento en la frecuencia “alfa”. Después de un tiempo, nuestros ojos comienzan
a moverse lentamente detrás de nuestros párpados.
Etapa 1 – el estado
hipnogógico
En este estado nos
sentimos relajados y ligeros. Se puede además tener la sensación de estar
cayendo, y además se pueden ver imágenes (imaginería hypnogógica), colores, o
escuchar sonidos.
Etapa 2 – sueño ligero
Estamos dormidos, pero
podemos ser fácilmente despertados. Las ondas theta comienzan a ser
predominantes. Esta etapa dura unos minutos.
Etapas 3 y 4 – sueño
profundo
Estas etapas son
conocidas como el sueño profundo, o el sueño de onda lenta, debido a la
presencia de frecuencias en el rango delta, el menor. Durante esta etapa se
secreta la hormona del crecimiento, y se especula que reparamos nuestro cuerpo
durante esta fase.
Luego de completar estas
etapas, regresamos al número 3 y 2, lo que lleva entre 1 hora y media a dos
horas.
Etapa 5 – sueño REM
A esta etapa también se
le conoce como “paradójica”, dado que por los signos biológicos podría parecer
que estamos despiertos; un aumento en la presión sanguínea, aumento en el
pulso, y además nuestros ojos comienzan a moverse rápidamente bajo nuestros
párpados (REM quiere decir rapid eye movement, o en español movimiento rápido
de ojos).
Durante la etapa REM es
donde tenemos los sueños más vívidos y recordables; en experimentos
controlados, al despertar a las personas durante esta etapa, estas reportan
haber estado soñando y pueden describir las ocurrencias oníricas con un
relativo detalle. En cambio, por ejemplo, al despertar a un individuo desde la
fase del sueño profundo de onda lenta, este suele despertar desorientado temporal
y espacialmente, sin una clara memoria de lo acontecido.
Por lo anterior es que a
la etapa REM se le asocia con el soñar, pero en realidad podemos tener sueños
durante las demás etapas, por lo menos durante las menos profundas.
Adicionalmente, nuestro
cuerpo se paraliza, lo que se especula es para que no actuemos nuestros sueños;
la mayor parte de los sueños tienen lugar en esta etapa.
Después de pasar por un
ciclo “REM”, entramos a las etapas descritas anteriormente, para luego volver a
un ciclo “REM”, despertar brevemente, y repetir todo nuevamente. Cada vez que
pasamos por el ciclo REM este es más extenso; en las últimas horas de sueño
durante la mañana, los períodos REM pueden ser de hasta 1 hora, mientras que al
comienzo de la noche son solo de unos pocos minutos. Además, repetimos el ciclo
completo unas 4 o 5 veces durante la noche.
Esta última información
es clave para comprender las técnicas de sueños lúcidos, que le dan énfasis a
esas últimas horas de sueño justamente por la alta densidad “REM” que se da
después de haber dormido por varias horas (sueños intensos y vívidos = muy
buena oportunidad para “despertar”).
Os dejamos un enlace a
nuestro Diccionario de Sueños.
Diccionario de Sueños de
la A a la C:
Diccionario de Sueños de
la D a la L:
Diccionario de Sueños de
la M a la Z:
Os deseamos unas buenas
noches y ¡Felices Sueños!
Fuerteventura, Agosto de
2009
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