miércoles, 29 de agosto de 2012

Edgar Cayce y Nostradamus


Edgar Cayce manifestó uno de los talentos psíquicos más notables de todos los tiempos. Se han escrito varias centenas de libros sobre su vida y su obra.
   Edgar Cayce nació en los Estados Unidos el 18 de marzo de 1877, en una granja del Estado de Kentucky cercana a Hopkinsville. Desde su niñez, mostró facultades psíquicas fuera de lo común. A la edad de trece años, un suceso lo impactó profundamente: la aparición de un ángel quien le preguntó cuál era su mayor anhelo. Edgar respondió que desearía asistir a los demás, en particular a los niños enfermos. Al poco tiempo, se percató de que le era posible memorizar el contenido de sus manuales escolares durmiendo un rato con la cabeza apoyada en los mismos. Esta aptitud le favoreció en sus estudios, pero fue desapareciendo. A fin de ayudar a sus padres a criar a sus cuatro hermanas, todas menores que él, dejó el colegio a los dieciséis años y comenzó a trabajar.
    En 1900, Edgar Cayce, con veintitrés años de edad, era viajante comercial cuando perdió la voz después de haber tomado un sedante. Desconcertados por su caso, los médicos no lograron sanarlo. Incapaz de expresarse más allá de un murmullo, tuvo que cambiar de ocupación. Consiguió en Hopkinsville un puesto de aprendiz de fotógrafo. Algunos meses más tarde, un hipnotizador ambulante lo hizo hablar normalmente bajo hipnosis. Sin embargo, en cuanto lo despertó, su afonía reapareció. La experiencia se repitió luego con ciertas modificaciones. Edgar entró en un estado similar al que le había permitido memorizar sus libros escolares en su adolescencia. Cuando estuvo dormido, se le pidió que indicara la causa de su mal y la forma de curarlo. Edgar obedeció y dio instrucciones precisas, gracias a las cuales recobró la voz. Ésa fue su primera "lectura" psíquica, realizada el 31 de marzo de 1901.
  
  Se descubrió muy pronto que una vez sumido en su sueño autohipnótico, Cayce necesitaba únicamente el nombre de una persona y el lugar en que ésta se hallaba, dondequiera que fuese, para describir sin ningún error su estado de salud, recomendar un tratamiento y contestar las preguntas que la concernían.
     
En octubre de 1910, el diario 'The New York Times' publicó un largo artículo titulado: "Un hombre inculto se convierte en médico bajo hipnosis". Debido a que gente de todo el país recurría a él, Edgar Cayce, entonces fotógrafo profesional, empezó a efectuar cotidianamente lecturas sobre problemas médicos en sus horas libres. Aspiró a montar un hospital en el que un personal competente aplicaría las prescripciones mencionadas en las lecturas.
     
Con el paso de los años, Cayce descubrió que podía disertar sobre cualquier tema. A partir de 1923, realizó lecturas no sólo acerca del cuerpo físico, sino también de la mente y del alma. La información transmitida se diversificó mucho. Entre otras cosas, abordó los grandes principios mentales y espirituales, nociones inéditas sobre la psicología y la parapsicología, el concepto de la reencarnación, la vida después de la muerte, la interpretación de los sueños, la percepción extrasensorial, la historia de la Creación, las civilizaciones antiguas, las religiones del mundo, los aspectos desconocidos de la vida de Jesús, las profecías.
     
Siendo cada vez más solicitado, Cayce abandonó su estudio fotográfico a fin de dedicarse a las lecturas y de buscar inversores para la construcción del hospital. En 1925, Edgar y su familia se instalaron en Virginia Beach, Virginia, donde un agente de bolsa neoyorquino había aceptado financiar el proyecto. El hospital, inaugurado en noviembre de 1928, funcionó hasta febrero de 1931. Tuvo que cerrar por falta de fondos, a consecuencia de la gran crisis económica de los años 1930.
    
 En junio de 1931, se creó A.R.E. (Association for Research and Enlightenment, Inc.). La Asociación se concentró esencialmente en la medicina holística, la reencarnación, los sueños, los fenómenos psíquicos y el crecimiento espiritual.
    
 Durante la segunda guerra mundial, Edgar Cayce recibía una voluminosa correspondencia. En su intento por satisfacer la demanda creciente, aumentó el número de lecturas diarias a seis. En agosto de 1944, su agotamiento fue total. Falleció el 3 de enero de 1945.
     
Cayce dejó unas catorce mil lecturas. Éstas representan el más considerable conjunto de documentos psíquicos de la misma procedencia. Responden a casi todas las preguntas imaginables en la primera mitad del siglo veinte. Actualmente, innumerables personas en el mundo siguen beneficiándose de ese maravilloso legado.

Fuerteventura, 29 de Agosto de 2012
F.G.S. 

domingo, 26 de agosto de 2012

Tao Te King

La sabiduria del silencio interno.
Tao Te King

Habla simplemente cuando sea necesario.
Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.
Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra,dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi.De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.
No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes n
egativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.
Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir, es mejor quedarse callado y no decir nada.
Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía.
El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna.
Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera.
Con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permite una comunicación sincera y fluida.
No te des mucha importancia, y sé humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.
Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao.
No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos.
Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar.
El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente.
Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.
No te comprometas fácilmente.
Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones
La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese famoso “sí” no es sólido y le falta valor.
Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión despues.Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.
Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.
Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad.
Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido.

Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades.
El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resulto de ti mismo Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.
Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.
Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve impasible.
Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo, Practica el arte de no hablar, toma un día a la semana para abstenerte de hablar. O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal.Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente. Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.
Fuerteventura, 26 de Agosto de 2012
F.G.S.