viernes, 4 de enero de 2013

Las Runas y sus Orígenes



De Runas se ha escrito mucho, pero no lo suficiente como para evitar la tendencia actual de considerarlas como un  simple sistema adivinatorio en el que se asocia a cada figura un significado básicamente utilitario para obtener de ellos una superficial predicción del futuro. Por tal razón, antes de introducirnos en este tema tan complejo, como es el de las Runas Vikingas, es preciso tener en cuenta de que es casi imposible poder sintonizar con sus facultades si nos desconectamos de sus orígenes, de la tradición en la que fueron creadas y de las influencias de sus significados tanto en el sentido social como práctico y estratégico, pero sin duda el más importante es el sentido místico y trascendental.

Las Runas son símbolos, sellos simplificados que representan fuerzas cósmicas que atañen a cada individuo, independientemente de su sistema de creencias, y que se han utilizado no solo para saber lo que va a suceder. Sino para comprender nuestros destinos en función del "Hado", de las corrientes cósmicas en que nos movemos y de los efectos que nuestros merecimientos y nuestros actos pueden tener en el futuro.

El adivino de las Runas no puede limitarse únicamente a seguir una simple técnica, sino que debe sumergirse en una actitud shamánica, sintonizando de un modo muy personal con sus significados y poderes para entender que su acción no se reduce a un acto meramente físico, sino que es más bien una conexión con el entramado de energías que entretejen eso que llamamos realidad.

Es necesario comprender que las runas se aplican a la adivinación sólo en una forma menor porque sus posibilidades  van mucho más allá, convirtiéndose en verdaderos instrumentos de magia, capaces de mover energías y fuerzas tan  poderosas que pueden producir cambios inimaginables tanto en nuestro mundo interior como en el exterior.
Se despliegan sucesos y acontecimientos trascendentales en nuestra vida.

Además de la aplicación mágica de las 25 figuras, contando con la incorporación de la runa blanca, se utilizan como fuentes de meditación para sintonizar, a la manera shamánica, con estados de conciencia y realidades alternativas, que se hallan más allá de nuestro mundo objetivo habitual.

Se convierten en esa llave maestra que abre las puertas a nuestra conciencia introduciéndola en los reinos del  subconsciente hacia otras realidades que se interrelacionan con la nuestra. A este proceso de expansión de  conciencia se le ha llamado "iluminación", en los círculos esotéricos.

Queda claro que mientras más limitada sea nuestra concepción de lo que son las Runas y de sus aplicaciones trascendentales, más pobre será nuestro poder de uso al respecto.

El origen del alfabeto rúnico resulta un verdadero misterio. Se han escrito al respecto multitud de absurdos, incluso superiores a los corrientes al respecto de cualquier escritura antigua, entre ellos el hebreo y el egipcio a los cuales se asocia igualmente un significado mágico y religioso.

Cuando hablamos de magia nos estamos refiriendo a un sistema complejo de ejercicios psicoespirituales destinados a modificar el campo de conciencia del operador. Cuando recurrimos a las runas se supone que se considera posible una transformación sutil de la realidad manipulando la energía sutil incluida en todo ser viviente y también en objetos inanimados. Que muchos de estos efectos puedan ser de naturaleza psicológica no disminuye en nada su impacto.

Algunos lingüistas han emitido la hipótesis de que las runas son derivadas del alfabeto latino y por ello de procedencia bastante reciente. Esta teoría parte del hecho, indiscutible además, de que muchos caracteres rúnicos se asemejan a las letras latinas.

Un estudioso germánico cree que las runas datan del principio de nuestra Era, mientras que otro piensa que el alfabeto se constituyó durante la ocupación romana en Alemania. Otro experto sostiene que las runas fueron adoptados por los godos a partir de una mezcla de los alfabetos griego y romano.

Serían originarias del Mar Negro, en los alrededores del siglo III de nuestra Era. A partir de ahí habrían sido transportadas por mercenarios germanos hasta las zonas nórdicas.

El profesor R.W.Elliott sostiene que estas teorías son criticables. El cree que las runas han podido desarrollarse en la región alpina del norte de Italia y que, a pesar de su evidente parentesco con el alfabeto latino, su aparición es más antigua. Elliott ofrece como apoyo a esta teoría el evidente empleo de signos mágicos grabados sobre bastones por las antiguas tribus del Tirol italiano. Esta práctica nos remite al grabado de runas sobre bastoncillos utilizados con fines adivinatorios tanto en Germania como en Escandinavia.

Otros autores, bastante de acuerdo con las ideas de Elliott, sugieren un origen etrusco de las runas, remitiendo sus orígenes a una civilización eminentemente mágica de la que poco se sabe y que utilizó signos y símbolos mágicos de un modo habitual. Puede que desde allí se haya podido extender hacia el sur, dando origen al alfabeto latino, y hacia el norte, originando el alfabeto rúnico.

Señalamos como un aspecto importante el hecho de que las runas, ya desarrolladas como alfabeto compacto, formaron parte de los sistemas de escritura de los godos y ellos las exportaron hacia las zonas que conquistaron u ocuparon. También es importante señalar la presencia de las runas, tal y como las conocemos, formando parte de alfabetos antiguos hispanos como el Tartesio y el Ibérico.

Finalmente es importante señalar que los godos que mayor uso hicieron de las runas fueron los visigodos, palabra que deriva de "wise-god" o "godos sabios". La palabra "wise" o "wita" tiene el significado de "sabio o "sabiduría".
La actual línea de brujería "Wicca" hace derivar su nombre de la palabra "witch" que significa popularmente "brujo" o "hechicero", pero que se deriva realmente de la palabra "wise" que, ya hemos visto, significa "sabio", designando a los brujos como los seguidores de la antigua sabiduría.


Los petroglifos prehistóricos, cuyo nombre común con el que se les conoce es el de escritura de Hallstringer, son señalados como uno de los posibles orígenes de las runas. Esta escritura fue utilizada primitivamente por los pueblos de la Edad de Bronce, más de un milenio antes de nuestra Era.

En esta escritura es remarcable la presencia de la svástika, la cruz gamada asociada a la tradición Aria y que aparece tanto en la India, cuya cultura se edificó a partir de una de las grandes migraciones arias, como en antiguas culturas como la griega. (Es posible encontrar utensilios con svástikas, de origen griego, en los museos de historia, y con una antigüedad anterior al origen de nuestra Era).

La svástika tiene orígenes muy antiguos. Aparece sobre una piedra grabada en el curso de la prehistoria cerca de lkley, en Yorkshire. Puede observarse igualmente la presencia de otra en un graffiti medieval sobre los muros de una iglesia en Sutton, en Bedforshire.

El arquetipo de la svástika se encuentra en la tierra de los indios norteamericanos y de los aztecas, en las culturas hindú, taoista y budista, entre los sajones y entre los nórdicos. Su significado en sánscrito es de "rueda", que indica el movimiento cotidiano del Sol en el cielo y el ciclo anual de las estaciones. En el Extremo Oriente es considerado como un símbolo de salud, bienestar, suerte y realización.

Los Arios La palabra sánscrita "Ario" significa "noble" y nos remite a las tribus guerreras de caballeros que hicieron su  aparición cerca del mar Caspio tres mil años antes de nuestra Era.
Son estos pueblos los ancestros culturales de las naciones europeas, del Irán y de la India del Norte. Estas  poblaciones arias invadieron la India un milenio y medio antes de nuestra Era, aproximadamente, y colonizaron la Grecia antigua y el Asia Menor.

Los indoeuropeos domaban caballos salvajes, cuidaban ganado y adoraban divinidades que personificaban fuerzas de la Naturaleza.

Fernando González Silva
Fuerteventura, 03 de Enero de 2013