sábado, 4 de junio de 2016

El Evangelio de Judas



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En esta ocasión nos trasladamos en el tiempo, nada más y nada menos que 2.000 años. Se descifró lo que decía uno de los textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo. Su mensaje transforma totalmente la figura del discípulo Judas y su participación como el “traidor”. Cómo fue la persona más cuestionada durante dos mil años

Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo, según un documento llamado el “Evangelio de Judas”, cuya autenticidad se anunció en 2006.
Se trata de un papiro de 26 páginas que fue encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían.
La organización National Geographic dio a conocer los resultados de su restauración y traducción.
Los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que se trata de un texto escrito alrededor del año 300.
El códice contiene la única copia del “Evangelio de Judas”, en una traducción al copto del original en griego.
Por ello, Terry García, vicepresidente ejecutivo de National Geographic, lo calificó en una rueda de prensa como uno de los tres textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo, junto con los manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi (Egipto).
Se conocía de la existencia del “Evangelio de Judas” por una referencia hecha por el obispo Irineo de Lyon en el año 180 en su tratado “Contra la herejía”.
Pero hasta ahora nadie sabía lo que decía. Su mensaje transforma totalmente la figura de Judas Iscariote, que es el prototipo de la traición y la mentira en la Cristiandad.
El libro comienza así: “El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana antes de que celebrasen la Pascua”.
En él se pinta a Judas como “el único discípulo que conoce la identidad verdadera de Jesús”, según George Wurst, profesor de la Universidad de Augsburg, en Alemania.
No lo traicionó, “sino sólo hizo lo que Jesús le pidió”, afirmó Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento de Acadia Divinity College, en Canadá. Así, Jesús dice a Judas en el libro: “Tú superarás a todos ellos. Tú sacrificarás al hombre que me recubre”.
El texto se encuadra en la tradición de los cristianos gnósticos, que enfatizaban la importancia del conocimiento: gnosis, en griego.
No se trata del concepto actual de conocimiento, sino de un conocimiento espiritual, de lo divino dentro del ser humano, que permite a la esencia de la persona escapar de la prisión del cuerpo y elevarse al espacio celestial.
Por ello, Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita su salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que llevaba dentro, según explicó Wurst.
No es la primera vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su maestro al venderlo con un beso, como refleja la película “La última tentación de Cristo”.
Sin embargo, se trata del primer documento antiguo que defiende esta visión.
¿Es plausible lo que dice? Evans recuerda que en dos ocasiones Jesús pidió cosas en privado a dos de sus discípulos, según el Nuevo Testamento, y se pregunta si su entrega a las autoridades judías por parte de Judas no sería una tercera.
“Es posible que el Evangelio de Judas fuera preservado en la memoria y que los otros discípulos no lo supieran”, dijo.
Elaine Pagels, profesora de la Universidad de Princeton (EEUU), destaca que los cuatro Evangelios aceptados por el canon cristiano relatan los actos públicos de Jesús, pero no conversaciones privadas.
Sin embargo, no es de esperar que se lea el Evangelio de Judas desde el púlpito en la Semana Santa.
El padre Donald Senior, presidente de la Unión Católica de Teología de EEUU, dijo que este texto no se ancla en ninguna tradición histórica.
A su juicio, usa los personajes de los libros canónicos, pero “es una expresión de una teología específica”, la gnóstica, en su concepción del cuerpo humano y la creación, que son muy diferentes a la de los Evangelios aceptados por la Iglesia Católica.
Quién lo escribió es otro misterio. En ningún lugar se dice que fuera Judas, pero eso no debería hacer dudar de su veracidad, pues la autoría de los Evangelios del Nuevo Testamento tampoco está asegurada.
“La mayoría de los textos son escritos en nombre de alguien más famoso”, como lo es un discípulo de Jesús, según Marvin Meyer, profesor de la Universidad Chapman, en California.
Pocos hay tan famosos como Judas.
En este enlace adjuntamos el Evangelio de Judas completo:
https://drive.google.com/file/d/0B2yFXvGS6KzEUGlPY3p3Z01yTlU/view?usp=sharing
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Fuerteventura, 15 de Enero de 2007

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